La Villa del Adelantado

10.09.2012 17:32

 El inicio del recorrido será en la Plaza de España de Avilés, conocida como El parche.





En esta plaza hay varios edificios interesantes, en especial el ayuntamiento, el edificio que alberga los Multicines Marta y el Palacio de Ferrera. Actualmente, este último es un hotel de la cadena NH. Muy recomendable y no es excesivamente caro. Creo recordar que unos amigos reservaron un fin de semana por 140€. Para tratarse de un 5 estrellas no esta nada mal.
Entre sus huéspedes podemos citar a Brad Pitt, Woody Allen, Penélope Cruz o Javier Bardem.




Es hora de empezar a caminar, subiremos por la C/San Francisco, la que queda a la derecha del Palacio de Ferrera. 





En cuanto pasamos la esquina del Palacio, nos encontramos con la fuente de los Caños.



Y junto a esta, la iglesia de San Nicolás de Bari, que es la sede del colegio del mismo nombre.



En esta calle, en su margen derecho al seguir dirección ascendente, se puede observar la principal característica del casco antiguo de Avilés. Los soportales.




En total, el casco histórico cuenta con unos 4 kilómetros de soportales. Según algunos historiadores, la mayoría de los tramos datan del siglo XIX, pero algunas zonas parecen ser anteriores al siglo XVII.
Muchas ciudades del norte tenían estos soportales en sus cascos urbanos, pero Avilés es casi la única ciudad que los ha conservado.
El soportal permitió, en una época en la que no había luz eléctrica, aprovechar al máximo la luz del exterior. Bajo sus techos se cobijaban los artesanos y vendedores, que podían de este modo hacer caso omiso de la lluvia.
Muchos de los edificios que se construyen en Avilés en la actualidad mantienen la tradición de los soportales, con mejor o peor suerte.

Después de este apunte histórico-cultural, sigamos el paseo. 
Tras pasar la fuente de los Caños, seguimos ascendiendo por la calle San Francisco hasta una plaza donde se observa la entrada al claustro de San Nicolas de Bari, la escuela de artes y oficios, y el llamativo edificio del conservatorio de música.







A partir de esta plaza, seguiremos ascendiendo por la C/Galiana. El icono principal de los soportales de Avilés. Todo el margen derecho de la calle, en sentido ascendente, esta formado por soportales a mayor altura que la calzada de la calle.
Muchos cineastas han rodado escenas en esta calle, José Luis Garcí, Gonzalo Suárez o Woody Allen.







Muchos de los edificios han sido restaurados en los últimos años, pero aún quedan algunos en un estado muy similar al de su construcción. Muchos de los bajos han sido reformados para dar cobijo a bares. Si el tiempo acompaña, es un buen sitio para detenerse en una de las terrazas a tomar algo.





Al llegar al final de la subida, recomiendo girar hacia la derecha, siguiendo los soportales, para llegar al parque de El Carbayedo, donde queda el único hórreo del casco urbano de Avilés. 



Volviendo sobre nuestros pasos, podemos ver la entrada al Parque de Ferrera. Se trata del antiguo jardín del Palacio de Ferrera, el hotel de 5 estrellas que vinos al inicio del paseo. A mediados del siglo XX este jardin paso a estar desatendido y se convirtió en una especie de selva, hasta que en el año 1976 el ayuntamiento de Avilés compró la mayoría del jardín para uso publico. Únicamente se reservó para el palacio el Jardín Frances, aunque en 1998, también paso a ser de titularidad publica.
Se trata del autentico pulmón de la ciudad, su superficie es de 81.000 metros cuadrados. Si el clima acompaña, es una autentica delicia pasear por sus caminos.





El parque esta cuidado con mimo y durante las noches se cierran los portones de acceso para evitar desperfectos.
En verano se llena de gente tomando el sol.
La gran mayoría de los árboles tienen una pequeña placa al pie en la que se indica la especie.



Nuestro camino debe seguir por el margen izquierdo del parque, junto al templete musical.



El camino pasa junto a la hemeroteca, por detrás de la Casa de Cultura.



Durante mi paseo me encontré con una bonita sorpresa, la verja que separa el parque del jardín francés, estaba abierta. No pude menos que colarme a hacer algunas fotos.





El jardín esta precioso, muy cuidado y conserva la enorme palmera, símbolo de aquellas familias que habían ganado dinero en las americas y habían retornado a Asturias. Los indianos.



El jardín francés tiene una zona, que según la época del año, esta cubierta por encima de la cabeza de vegetación y donde hay bancos de piedra y pequeñas fuentes. 
Resulta una delicia sentarse allí a tomar el sol.







Volviendo al parque, seguimos el camino hacia el estanque. 
Junto al estanque podemos encontrarnos los patos y los cisnes. No conviene molestarlos demasiado, ya que no sería la primera vez que veo a alguna persona corriendo delante de un pato enfurecido. 





En el fondo del estanque se pueden observar peces, aunque no me atrevo a aventurar de que especie de pez se trata.



Junto al estanque y un poco escondido entre la vegetación, se encuentra una zona de juegos para los niños.
Sin duda es un buen lugar para descansar con los peques, entre el estanque, los patos y los columpios, lo pasan de locura.



Apenas a 150 metros se encuentra la salida del parque que da a la C/Rivero.



En esta salida se encuentra la placa conmemorativa de la inauguración del parque por parte de SAR Juan Carlos I.
En esta calle volvemos a encontrarnos los soportales.





Nuestro camino continua hacia la izquierda, donde se encuentran la fuente y la capilla de Rivero.





Al seguir el camino por la calle peatonal, se siguen observando soportales. En esta zona hay una casa especialmente llamativa, ya que su dueña siempre la tiene decorada con flores que cubren la fachada.



Al final de una de las calles que parten hacia la derecha tenemos una bonita panorámica de uno de los pocos restos de la antigua ENSIDESA. La torre del Sinter.
Se trata de la chimenea mas alta de la antigua factoría siderurgia que se encontraba al otro lado de la ria, llega a los 103 metros de altura.



Continuemos caminando.
La calle en la que nos encontramos desemboca en la Plaza de España, origen de nuestro paseo.
Por el camino se pueden observar algunos bonitos edificios.





Al desembocar en la Plaza de España, se tiene una extraña sensación, ya que la plaza es especialmente luminosa.



Nuestro camino continua por la primera calle a mano derecha, por donde se desciende viendo al fondo de la calle la torre-mirador del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer.





La torre me recuerda vagamente a las Torres del observatorio de Queens, las de la escena final de Men in Black, especialmente cuando la veo en fotografias en blanco y negro.

A medio camino, en una calle a mano derecha se encuentra el Teatro Palacio valdes. Una referencia para el teatro nacional.





Antes de llegar al Centro Niemeyer, debemos atravesar el edificio de la antigua Plaza de Abastos, reconvertido actualmente para ser un centro de exposición de fotografias del propio centro.



Actualmente, la ciudad de Avilés aun no ha solucionado el tema de la barrera ferroviaria para solucionar los accesos al Centro Niemeyer. A dia de hoy, desde la Plaza del pescado debemos subir por una pasarela peatonal, bautizada popularmente como “la grapa”


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Desde esta pasarela se pueden hacer muchas fotos curiosas del Centro o de las calles de Avilés.












En un futuro, cuando la ciudad elimine las vias ferroviarias de Renfe y Feve, “la grapa” sera eliminada.

La via de acceso al centro es a través del Puente de San Sebastian, actualmente pintado de unos colores que atacan la vista.







Este puente era el antiguo acceso para la gente que venia desde Luanco. A la espalda del puente se puede ver la ria de Avilés, con el enorme monumento de su margen izquierda, llamado Avilés. Tres conos de acero de 30 metros de altura, bautizados como “Tricornio”.

Una vez atravesado el puente ya estamos frente al Centro Niemeyer.



El Centro Niemeyer esta llamado a ser el gran referente de la ciudad en el futuro. En principio, el proyecto fue un regalo de Oscar Niemeyer a la Fundacion Principe de Asturias cuando se le adjudico el premio Principe de Asturias de las artes en 1989. La idea inicial era que el edificio fuese la sede permanente de la Fundacion de los Premios Principe de Asturias.
Los Premios Principe de Asturias siempre se entregan en Oviedo, en el Teatro Campoamor, con lo cual la ciudad de Oviedo, a través de su alcalde Gabino de Lorenzo, se sintió muy molesto porque la sede de la Fundacion fuese a estar en Avilés y no en Oviedo. Incluso llegaron a recogerse firmas para pedir que el proyecto se realizase en Oviedo. A mi me pidieron la firma a favor de Oviedo, pero siendo de Avilés……….
Me permito un pequeño apunte cultural, Oscar Niemeyer es un arquitecto brasileño nacido en 1907 y cuya obra esta considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2001. Entre sus obras mas llamativas están la mayoría de edificios gubernamentales de Brasilia o el edificio sede de las Naciones Unidas, aunque ese proyecto en parte compartido con su maestro Le Corbusier.
Su obra se caracteriza por el uso del hormigón, el color blanco y la curva.

En palabras del propio Niemeyer, lo que buscaba crear en este proyecto era: "Una plaza abierta a todo el mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz".
El proyecto consta de diferentes partes:
- La Plaza



- El auditorio con capacidad para unas 1000 personas, en cuyo interior hay un pequeño Club para actuaciones más intimas. Una de las peculiaridades es que el escenario puede abrirse en su parte trasera hacia la plaza, de forma que se puede actuar para el aforo del auditorio o hacia la plaza.



- La cúpula. Destinada a exposiciones, con unos 4.000 metros cuadrados de superficie.



- La Torre. Elevada a 13 metros de altura donde se encuentra el restaurante mirador y una coctelería.



- El edificio polivalente: Donde esta el Film Center, salas para reuniones, la tienda, el bar y el mostrador de información y taquilla.



Dando un paseo por la plaza se empieza a tener idea de la grandiosidad del espacio. El día de su inauguración 26 de Marzo de 2011 la plaza se lleno por completo para ver un recital de Woody Allen y su banda de Jazz, y durante el primer fin de semana de apertura al público se estimo una afluencia de visitantes de 250.000 personas.
Durante mi paseo, estaban preparando el escenario para un concierto, por lo que pude ver como se abre el auditorio para dar conciertos enfocados a la plaza.



En muchos lugares de la plaza, al realizar fotos en blanco y negro, tenia la sensación de estar en un decorado de una película de ciencia ficción de los años 60.



Lo cierto es que el conjunto arquitectónico da para estar haciéndole fotografías durante horas. Eso si, con una cámara compacta es muy complicado, por suerte llevaba la réflex y objetivo bastante corto.

Bueno, no me detendré más en el Centro Niemeyer. Sigamos paseando.
A la derecha del acceso principal hay una pequeña pasarela que nos lleva hacia la ria, decidí salir por ahí.
En este punto podeis daros un paseo por el margen de la ria hasta la antigua rula de pescado, donde encontrareis un restaurante mas que recomendable para comer La Chalana, especializado en pescado y marisco, de buena calidad y de precio bastante moderado. 
Yo di un pequeño paseo por la ria, ya que estaba zarpando el barco “Telefonica MoviStar” de la Volvo Ocean Race. 



Desconozco que hacían en el puerto de Avilés

Volviendo sobre mis pasos, se llega a un paso a nivel y al Parque del muelle, donde se encuentra la estatua de Pedro Menéndez, el adelantado de La Florida. Fue la primera persona en fundar una ciudad en America, San Agustín de la Florida.





Una curiosidad de este parque es una escultura de una foca.



En diciembre de 1951 apareció en la ria de Avilés y por allí permaneció hasta la primavera de 1952. Muchas personas de otros puntos de la región acudían a Avilés para ver a tan exótico animal, ya que incluso los niños le daban de comer.
La visita del nórdico animal coincidió con los inicios de las obras para instalar en Avilés la Empresa Nacional Siderurgia Integral De España Sociedad Anónima (ENSIDESA), lo que fue tomado como una señal de buena suerte para la ciudad, y así, en 1956 se realizó la escultura que actualmente ocupa un lugar de privilegio en el parque del Muelle.

Prácticamente frente a la foca, una pequeña calle en ascenso será la continuación del paseo. En esta calle encontramos otra curiosa estatua, en este caso, La Monstrua.



Eugenia Martínez Vallejo, apodada "La Monstrua" por su obesidad, era un personaje de la Corte de Carlos II. Carreño Miranda la tomó de modelo en varias ocasiones.
Es una de las estatuas mas fotografiadas de la ciudad.

En cuanto pasamos la escultura giramos a la derecha para encontrarnos la antigua iglesia de Sabugo. 





Data del siglo XIII y a pesar de las múltiples remodelaciones que ha sufrido, es el mejor ejemplo de templo románico que se conserva en la ciudad.

Bajando por una estrecha calle, volvemos a encontrarnos los soportales tipicos de Avilés y con ello sabemos que nos encontramos, de nuevo, en el casco historico.



Apenas 200 metros mas abajo encontramos la iglesia de Sabugo.





La iglesia más grande de todo Avilés, destaca especialmente su color grisáceo. Su construcción obedeció al deseo de la próspera burguesía avilesina del momento de contar con un nuevo templo que supliese en sus funciones a la pequeña y humilde iglesia vieja de Sabugo, barrio marinero al que, curiosamente, no se orienta. 

Al seguir nuestro camino, entramos en la calle peatonal de La Camara. El principal eje comercial de la ciudad.



En la parte izquierda de la calle se encuentra la entrada a la plaza del mercado de Avilés. Quizá sea el espacio arquitectónico mas curioso de Avilés hasta la inauguración del Centro Niemeyer. Su simetría y el hecho que de la plaza esté completamente rodeada de galerías, es lo que le da una originalidad impactante.
En su zona central están las tiendas del mercado de abastos de la ciudad, remodelado el ultimo año y los lunes, la plaza se llena de puestos donde comprar desde ropa hasta hortalizas y embutidos de la comarca.
Este original espacio arquitectónico fue construido en la segunda mitad del siglo XIX. De forma rectangular, vierte hacia las calles que lo rodean vistosos balcones y miradores, y hacia el interior, galerías de madera sostenidas por columnas de hierro adornadas con rejería que conforman en todo el perímetro unos soportales de considerable altura. 





Saliendo hacia el Parque del Muelle encontramos a mano derecha el Palacio De Camposagrado.



El lado que da al parque no se puede comparar en belleza al que da hacia el interior de la ciudad.



Esto se debe a que la fachada que miraba hacia el parque, originalmente formaba parte de la antigua muralla de Avilés, ya que el Parque del Muelle esta erigido sobre las antiguas marismas.
El edificio data de finales del siglo XVII. Es de estilo barroco con profusa decoración destacando las dos torres con una altura más que el resto de la edificación y el escudo de armas de la familia sobre el balcón central.



Ante el edificio encontramos una bonita estatua de Carreño Miranda.



Saliendo hacia la derecha por una estrecha calle nos encontramos con la Iglesia de los Padres Franciscanos.



Sobre un tejado cercano se encuentra en único resto que se conserva de la antigua muralla de Avilés. Manda narices que el único resto se encuentre en un tejado en la C/La muralla.



La plaza en la que nos encontramos es la Plaza Carlos Lobo, durante el verano es habitual encontrarse actuaciones musicales en vivo en esta plaza-
En esta plaza, volvemos a encontrar más soportales y una de las últimas aberraciones arquitectónicas de Avilés.



No por hacer soportales se deben permitir estas obras que tanto desentonan en el casco historico de la ciudad.
Estamos en la C/La Ferreria, el nombre tiene su origen en que en esta calle era donde tenían sus talleres los primeros herreros y orfebres de la comarca. Origen de la siderurgia en esta ciudad.



A unos pasos encontramos el Palacio de Valdecarzana , era la casa de un rico comerciante de la ciudad y fue construida en el siglo XV. El edificio perteneciente al estilo gótico sufrió una restauración completa a principios del siglo XX para convertirlo en el archivo histórico de la ciudad, donde se cargaron 3 de sus 4 fachadas. Es el edificio civil más antiguo de la ciudad.



Desde aquí, ya estamos a unos pasos de llegar a la Plaza de España, origen de nuestro paseo y donde pondremos final a esta pequeña ruta por la Villa del Adelantado.

Como veis, Elmo no ha querido venir. Dijo que Avilés lo tiene muy visto y que caminar le da alergia.